Biodegradable o compostable: ¿Cuál es la diferencia?
Cuando hablamos de productos sostenibles y eco amigables, por lo general nos topamos con los términos biodegradable y compostable. Debido a la actual crisis climática y a la conciencia social que hemos adoptado frente a este tema, muchos consumidores buscan alternativas que se adecuen a estos estándares. Sin embargo, en ocasiones solemos utilizar las definiciones biodegradable y compostable indistintamente, dejando por alto que existen diferencias significativas entre ambas. En nuestra lucha contra el cambio climático, es importante aprender a diferenciar entre estas dos pues usar el término incorrecto podría incluso llevarnos a causar daños en el medioambiente.
En esta entrada exploraremos las diferencias entre productos biodegradables y compostables, sus ventajas y desventajas para que puedas tomar decisiones informadas a la hora de escoger tus productos.
Tabla de contenidos
¿Qué significa biodegradable?
Cuando hablamos de un producto biodegradable, hacemos referencia a aquel que está hecho de materiales, generalmente provenientes de fuentes renovables, que tienen la capacidad de descomponerse de manera natural en el medio ambiente y en sustancias más simples tales como agua, dióxido de carbono, metano, biomasa o compost. Usualmente este proceso es llevado a cabo por acción metabólica de microorganismos tales como hongos, bacterias o microalgas, quienes se apoyan de enzimas que ellos mismos producen y utilizan estos componentes biodegradables como fuentes de carbono y energía para su crecimiento y multiplicación.
En muchas ocasiones, los materiales biodegradables pueden descomponerse de manera completa, sin la necesidad de la intervención humana. Este proceso, dependerá de factores externos como la presencia y tipo de microorganismos que se encuentren alrededor, temperaturas, pH, humedad, etc. así como el tipo de materia prima del cual esté hecho.
Frente a los plásticos tradicionales y otros materiales no biodegradables, la biodegradación ofrece diversas ventajas. Dentro de las más importantes se encuentran la reducción de residuos, reducción de huella de carbono y el aporte nutricional que podrían tener para la tierra. Ya que los productos biodegradables son capaces de descomponerse naturalmente bajo condiciones adecuadas, reducen la cantidad de desechos que podrían terminar en vertederos y otros ambientes como océanos. Adicionalmente, estos productos producen menos emisiones de gases de efecto invernadero, a comparación de los plásticos convencionales, durante toda su vida y al descomponerse muchos liberan nutrientes que mejoran la calidad de la tierra, auxiliando el crecimiento de las plantas y reduciendo altas cantidades de fertilizantes empleadas.
Si bien durante la biodegradación se libera dióxido de carbono, la liberación neta durante toda la vida del material es cero ya que por lo general están hechos de materias primas orgánicas como plantas, las cuales absorben la misma cantidad de dióxido de carbono mientras crecen. Sin embargo, el problema con los productos biodegradables recae en que muchos de ellos requieren de condiciones especiales como temperaturas elevadas para degradarse por completo, lo cual se lleva a cabo dentro de plantas e infraestructuras especializadas. Debido a una mala disposición y a la falta de centros especializados, dichos terminan en vertederos con bajos niveles de oxígeno y en donde podrían iniciar a liberar metano, un gas de efecto invernadero responsable del 25% del calentamiento global.
¿Qué significa compostable?
Por otro lado, un producto compostable es aquel que está hecho de materias primas que al desintegrarse, se convierten en elementos no tóxicos y ricos en nutrientes para la tierra. Por lo general, están conformados por materiales orgánicos como fibras vegetales o almidón. Si esta definición se asemeja a la de biodegradables ¡es porque lo es! Podríamos pensar en los materiales compostables como una subcategoría dentro de los biodegradables. Es decir, todo lo compostable es biodegradable pero no necesariamente un material biodegradable es capaz de transformarse en compost.
La diferencia más significativa entre compostable y biodegradable se encuentra en el producto final. Los compostables se degradan y se convierten en nutrientes o fertilizante para la tierra mientras que los biodegradables se transforman en compuestos más pequeños y fáciles de asimilar por el medio ambiente, es decir que este último grupo comprende una gama más amplia de productos.
Uno de los beneficios más destacables de los materiales compostables es que van de la mano con la economía circular, podríamos decir que forman una especie de circuito cerrado, en el cual los desechos se transforman en un recurso valioso. El compostaje crea un suelo rico en nutrientes que se puede utilizar posteriormente para cultivar nuevas plantas, cerrando un ciclo sostenible.
Productos biodegradables vs. compostables: ¿cuál es mejor?
Cuando se trata de decidir cuál de estos dos es mejor, esto dependerá del caso y uso específico, así como los objetivos medioambientales que se tengan en mente. Tanto los productos biodegradables como los compostables ofrecen beneficios ambientales sobre los plásticos tradicionales y otros materiales no biodegradables, sin embargo ambos tienen distintas fortalezas y debilidades.
Los biodegradables, son una buena opción si es que estos acaban en lugares donde hayan grandes cantidades de oxígeno. Al degradarse de manera natural, ayudan a reducir la cantidad de desechos que terminan en vertederos y océanos. Sin embargo, se debe de tener en cuenta que no todos son creados iguales y algunos pueden llegar a liberar gases nocivos como el metano, por lo cual requieren de una eliminación y gestión adecuada para minimizar su impacto ambiental.
Los compostables, por su parte, podrían representar una mayor ventaja para el medioambiente. Al descomponerse, no solo reducen las cantidades de desechos sino que se convierten en un recurso aprovechable e importante para la tierra. Adicionalmente, en términos de certificaciones, los productos compostables por lo general cuentan con certificaciones de organizaciones de terceros para garantizar que cumplan con estándares específicos, mientras que los biodegradables pueden no estar certificados. Aquello brinda la seguridad de que el producto se descompondrá correctamente. Sin embargo, estos materiales requieren de condiciones específicas como temperaturas, humedad, aireación, las cuales son importantes de conocer pues de lo contrario podrían no descomponerse de manera correcta.
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